Huesca, una ciudad dinámica y moderna, se encuentra situada en el centro de una de las provincias con mayor riqueza natural y paisajística. Una capital que tiene mucho que ofrecerte: un patrimonio de primer orden y una gastronomía de excelente calidad, es por algo por lo que es candidata a ser Capital Española de la Gastronomía 2015. Solo te digo: ven, conócenos y descubre la magia de Huesca, una tierra de leyendas, naturaleza y sensaciones.
Arranca tu visita desde esta espectacular plaza. En el centro se encuentra la Fuente de las Musas que conmemora la traída de aguas a Huesca desde el manantial de San Julián de Banzo. Frente a ella, el precioso edificio modernista del Casino. Entra en su interior a ver el salón azul situado en la planta principal, merece mucho la pena. Después de esto, ¡vamos que nos vamos hacia el casco histórico!
De camino al centro no agaches la cabeza porque pasarás por los Porches de Galicia y por el edificio de la Diputación Provincial. Al subir por la calle de Villahermosa toparás con este palacio del S.XVII. Su interior alberga un tesoro: el alfarje mudéjar, único en el arte civil. Animales mitológicos y sirenas te observarán desde un techo lleno de simbología. Presta especial atención a las estanterías de su Biblioteca que durante un siglo decoraron el antiguo comercio de la Innovación.
Su verdadero nombre es Plaza Luis López Allué y en ella se ubica la Oficina de Turismo que comparte sede con el Museo Pedagógico de Aragón, único museo en España dedicado a la escuela y al Patrimonio Educativo. Una visita obligatoria por la zona, es la tienda de ultramarinos: La Confianza (la más antigua de España), donde el pintor León Abadías se encargo de realizar en 1871 una magnífica obra pictórica en su techumbre basada en motivos comerciales.
En la Plaza de San Pedro se aloja esta bella Iglesia Románica levantada entre los siglos XII y XIII. Fue declarada monumento nacional en 1885. Lo que fue en su día su sala capitular, cumple hoy la función de panteón real, ya que en ella están enterrados los dos reyes de Aragón: Alfonso I el Batallador y su hermano y sucesor, Ramiro II el Monje. Destaca su portada principal y su espectacular claustro.
Llegamos al edificio de mayor interés, la Catedral, joya del estilo gótico. Edificio construido entre los siglos XIII y XIV que esconde números tesoros arquitectónicos dignos de admirar. Ojo a su impresionante Atalaya que te ofrece una preciosa panorámica de la ciudad y su entorno. Por los alrededores visita el Museo Diocesano y hazte una foto con la escultura-fuente la Moreneta, bella ninfa de hierro fundido proveniente de Francia.
Frente a nuestra Ninfa, el Ayuntamiento, con sus dos torreones esquineros, su alero y galería de arquillos tan característico de los palacios renacentistas aragoneses. En su interior encontrarás dos símbolos: el sitial del Justicia de Huesca y el espectacular lienzo de la Campana de Huesca, perteneciente a los fondos del museo del Prado. Adosado a la consistorial verás el Colegio Mayor Imperial de Santiago, sede del Archivo Municipal del Siglo XVII.
Continuando por la calle Quinto Sertorio llegarás a la Plaza de la Universidad donde podrás ver el Museo Provincial también conocido como Museo Arqueológico. Un edificio de planta octogonal instalado sobre el Palacio Medieval de los Reyes de Aragón. En su centro se abre un lujoso patio interior que distribuye las salas que versan sobre dos temáticas: arqueología y bellas artes.
Más conocido como “las miguelas”. El rey Alfonso I el Batallador fundo este templo que sirvió como lugar de reunión del Concejo de Huesca durante cientos de años. A su lado el Puente de San Miguel, (uno de los primeros puentes de hormigón armado del país), y la Muralla Árabe que marca el límite de la ciudad medieval. En su día el cerco de la muralla llego a contar con casi cien torres y nueve puertas, hoy solo se conservan el Torreón del Amparo y la Puerta de Montearagón.
La Iglesia de Santo Domingo y San Martin es una de las joyas del patrimonio oscense. La encontrarás en la plaza que lleva su mismo nombre, y como dato debes saber, que en origen fue la iglesia del Convento de los Dominicos. Posee un exterior austero de mampostería y ladrillo pero un sorprendente interior con una explosión tardobarroca de formas, movimiento y color.
Decimos adiós a esta ruta monumental de Huesca visitando la Basílica de San Lorenzo construida en memoria de nuestro patrón. Edificio religioso del S.XVII situado en pleno barrio de la morería. A sus puertas se lleva a cabo el 10 de agosto uno de los actos más emotivos de las fiestas de San Lorenzo, el baile de los danzantes, con permiso de la ofrenda de flores al santo.
En Huesca tapear es vivir una experiencia por sus estupendas tapas y vinos. En la calle Padre Huesca y sus alrededores, se concentran la zona de tapeo. Como dato, es bueno que sepas, que en a finales de febrero se celebra el Concurso de Cazuelitas y en noviembre tiene lugar el Concurso de Tapas. Existen números locales pero te recomiendo Tatau Bistro, un restaurante con estrella Michelin que ofrece una estupenda barra de tapas.
El parque más representativo de Huesca es el Parque Municipal Miguel Servet, un auténtico pulmón en el centro de la ciudad. Date un paseo agradable y disfruta de este paraíso de verdor y naturaleza. Otros parques chulos son: el Parque de la Universidad que es más moderno y está situado en las riberas del río Isuela y el curioso Parque de las Olas, que recibe este nombre por la peculiar forma de su césped.
Productos de la huerta son alimentos muy nuestros: hortalizas y verduras como borraja, cardo, tomate rosa,… Además platos típicos de Huesca, que si tienes ocasión deberías probar son: el pollo al chilindrón, el ternasco, cordero lechal o las migas a la pastora entre otros. Con productos de tan buena calidad es normal que existan muy buenos restaurantes, entre ellos 3 con estrella Michelin. ¡Seguro que de Huesca no te irás con mal sabor de boca!
Esta elaborada por las pastelerías de aquí y recoge los dulces más representativos. Lo más típico y lo que debes de probar, son las Castañas de Mazapán, las encontrarás en cualquier pastelería, ¡espectaculares! La ruta propone: la Trenza de Almudevar de la Pastelería Tolosana, el Pastel Ruso de Ascaso, las Glorias de Huesca de Ortiz, las Campanas de Soler, la Coca de Nata de Tricas y por último la Tarta Loreto de Vilas. ¡mmm… qué bueno!
En Huesca encontrarás un sinfín de locales en los que tanto grupos "amateurs" como artistas reconocidos brindan su música en directo. La Sala Edén, el Café del Arte o Sala Veintiuno son tres de estos espacios, es un plan perfecto para empezar la noche de forma tranquila. También te destaco Bendita Ruina, un espacio creativo en forma de bar donde podrás disfrutar de monólogos, de música en directo e incluso teatro en formato pequeño.
Si te apetece conocer Huesca de noche, te doy unas indicaciones para que no andes muy perdid@. El ambiente nocturno de la capital se concentra sobre todo en la denominada zona del tubo. Esta a su vez se divide en: el tubo de arriba, que abarcaría todos los alrededores de la Catedral y concentra a un público más adulto, y el tubo de abajo, localizado sobre todo en la calle padre Huesca y plaza de San Lorenzo y que aglutina a la gente más joven.
Te recomiendo hacer una excursión a ver cuatro puntos de interés que están cerca entre sí. La Colegiata de Bolea, iglesia que se encuentra en los terrenos del antiguo castillo- palacio árabe. El Castillo de Loarre, la fortaleza románica mejor conservada de Europa. Y por último, los Mallos de Riglos y los Mallos de Agüero, dos monumentos naturales. Échale mejor un vistazo a las fotos, que ya sabes que una imagen vale más que mil palabras.
Si te va la marcha, no lo dudes. El descenso en rafting en el río Gállego es uno de los clásicos del Pirineo. Ofrece unas espectaculares vistas de los gigantes monolíticos: los Mallos de Riglos, las mayores paredes de conglomerado del mundo. El recorrido clásico tiene 11km y va desde la presa del pantano de la Peña hasta la población de Murillo de Gállego. Investiga un poco por Internet porque hay varias empresas que realizan esta actividad.
Villa medieval en un enclave único. Allí podrás disfrutar de su historia, sus preciosas construcciones en piedra, de su rica gastronomía y de sus vinos de denominación de origen. De aquí no te puedes ir sin hacer la Ruta de las Pasarelas, un itinerario senderista que recorre el último tramo del Cañón del río Vero. Las espectaculares pasarelas, que no ofrecen peligro alguno, permiten un primer acercamiento a este singular paraíso natural.
Durante la semana del 9 al 15 de agosto tiene lugar las fiestas patronales de Huesca, celebradas en honor a su patrón. La ciudad se transforma y los colores blanco y verde invaden las calles. La Albahaca, los Danzantes, las Mairalesas, las Peñas y los más variados actos tradicionales ponen el contrapunto original a unas Fiestas que son una de las mejores propuestas veraniegas de este país.
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